En el año 2001, Esteban Cabanillas participó en la 31º edicion de la Santa Fe - Coronda. Para que lo conozcas te presentamos esta nota, en la que cuenta muchas cosas interesantes sobre lo que siente un nadador, como podrian ser cualquiera de ustedes.
(Parece una nota larga pero les recomiendo que la lean, porque mucho más largo fue el camino que Esteban tuvo que hacer para poder participar)
Sí, te puedo comentar un poco, aunque no soy muy bueno escribiendo:
En Rosario y Buenos Aires la Santa Fe-Coronda se está haciendo conocida en estos últimos años, pero para lo que es Santa Fe y sus alrededores, siempre fue muy conocida, y más a principios de la década del '90 con los duelos Degano-Fleitas, que era la época en que yo nadaba en el Jorge Newbery.
Al no tener pileta cubierta en esa época en Gálvez, entrenábamos a partir de Noviembre durante todo el verano, para tratar de alcanzar un nivel similar a los de los Clubes de Santa Fe que practicaban todo el año.
Para fines de febrero, principios de marzo, cerrando el año se hacía en Galvez el Torneo Héctor Chiozzi que era muy famoso. Venían los clubes más importantes del país a acampar y disfrutar, sin preocuparse mucho por la competencia, ya que era el cierre de temporada para ellos, mientras que para nosotros era el torneo más importante donde esperábamos hacer nuestras mejores marcas.
No sé porque te cuento esto, que no tiene que ver con la Santa Fe-Coronda, pero representa lo que la natación era para nosotros en esa época, en que sólo nadabamos en pileta y veíamos las carreras de aguas abiertas con admiración, pero sin saber lo que sería competir.
El 2do. fin de semana de Marzo del '93 (5to. año de secundaria), mi entrenador me dice que hay una carrera de aguas abiertas desde Sauce Viejo a Coronda (en esos años el Circuito de Aguas Abiertas Santafesino se cerraba con esta carrera, que es la más larga de todo el circuito, y que es prácticamente media Santa Fe-Coronda). Si quería participar para ver de que se trataba. Y así fuimos, sin concer el río, sin saber como correr en el río, después de haber estado más o menos 2 semanas sin entrenar (iba al Liceo de Funes y empézabamos las clases a finales de Febrero). La carrera me recibió en Coronda, después de 4 hs. y 15 minutos. Muy dolorido, pero con una sensación increíble por haber terminado y superado todo lo que la prueba significaba.
De regreso en Gálvez, y en una nota para el cable local (mi vieja tiene el video de la nota) dije que algún día iba a correr la Santa Fe-Coronda. Y ese sueño fue lo que me motivó de ahí en adelante, esperando algún día poder cumplirlo.
Después empecé a entrenar en Rosario mientras estudiaba, y cada verano corrimos más carreras del Circuito Santafesino, aprendimos más sobre el tema, y así fuimos mejorando de a poco con mi entrenador. En uno de estos años lo conocí a Gustavo, y empecé a correr en Echesortu, y si bien estábamos compitiendo en pileta, simpre le decía a Gustavo que quería correr en aguas abiertas, así que él también tuvo que ir aprendiendo un poco, y fuimos perfeccionándonos.
En el verano del '97 corrí mi primer carrera internacional, la Gaboto-Rosario, que volví a correr durante los 4 veranos siguientes hasta el 2001 que me retiré.
En el verano del '99, me puse en contacto con la organización de la Santa Fe-Coronda, pero el organizador Diego Degano, que trata de mantener un nivel alto en la carrera, lo que es parte de la fama que tiene (sólo corren los mejores), me tomó una prueba en la pileta de Unión de Santa Fe. Viajamos con Gustavo, y estuve 4 hs. nadando, pero los parciales en los tiempos no fueron lo suficientemente buenos, por lo que no la pude correr ese año. En ese verano corrí por primera vez la Hernandarias-Paraná, que también repetí en el último verano del 2001.
Al verano siguiente, volví a hacer una prueba en Santa Fe, esta vez haciendo el recorrido completo de la Santa Fe-Coronda, pero como el tiempo no fue bueno, ese año tampoco la pude correr.
En el verano del 2001, a punto de recibirme, sabía que no iba a tener muchas oportunidades más de correrla, por lo que Gustavo se puso en contacto con el entrenador de Unión de Santa Fe, y a partir de Noviembre me fui a entrenar allá. Ese año Diego Degano me pidió que en las 3 primeras carreras del Circuito Nacional de Aguas Abiertas estuviera en las primeras posiciones. Así en Diciembre en la Laguna de Chascomús quedé 2do., en Enero en Mar del Plata 3ro., y antes de correr en Rosario la carrera siguiente, por los resultados que estaba teniendo, y por el nivel de los entrenamientos que estaba haciendo en Santa Fe, me confirmaron que ese año sí la iba a correr.
Así empecé a disfrutar desde adentro todo lo que hace distinta a la Santa Fe-Coronda.
Santa Fe se paraliza para la carrera, por lo que toda la semana previa, en las presentaciones, las entrevistas, los preparativos te sentís muy importante, y cada vez con más ganas de correr. El día de la carrera, disfruté lo que la destaca todavía más de todas las demás y es la fiesta con que toda la gente vive la carrera, desde las embarcaciones, en las orillas del río. Mientras se nada, afuera se vive mucho más que un carnaval.
La carrera en sí, no fue la mejor que tuve, ya que muy rápido nos quedamos atrás del pelotón de nadadores, y estuvimos las 8 hs. prácticamente nadando solo, lo que hace la carrera más difícil todavía. Pero con el aliento y las puteadas de Gustavo desde el bote (son los momentos que desde el agua pensas: "Porque no te tiras y nadas vos??? No te das cuenta que me duelen hasta las ganas de respirar!!!"), con gente haciendo fuerza desde otras embarcaciones, con una bandera que estaba colgada llegando a Coronda de una familia de Gálvez que me deseaba mucha suerte. Concentrado todo el tiempo en llegar, pudimos terminarla. Cerca del final, pedí una bandera de Argentina, pero sólo había una camiseta de la selección, así que esos últimos metros hasta el pontón de llegada los hice revoleando la camiseta y nadando con la otra mano.
Al tocar la llegada, fueron 8 años de esfuerzo y trabajo buscando cumplir 1 sueño que se plasmaron en ese segundo.
La satisfacción de haberlo hecho es algo que no te puede quitar nadie, y un recuerdo único, pero no solo eso le da valor, sino todo el camino que atravesé para lograrlo. En el camino conocí a muchísima gente, ya que en las aguas abiertas en la previa y el luego de la carrera se comparte mucho más que en las competencias de pileta. No es sólo la carrera, son 4 o 5 días conviviendo con personas con otras realidades, pero con deseos muy similares.
Creo que aprendí mucho, y me divertí, aunque sacrifiqué algunas cosas de la juventud, pero gané otras.
Abrazo grande, Esteban.
Puede que todo esto te parezca sorprendente pero Esteban Cabanillas ese año cursando la carrera de Ingeniería Industrial obtuvo el premio al mejor promedio de las Facultades del Interior del País.
Gracias Esteban, y cuando nos mandes algunas fotos de esta carrera las vamos a publicar.