Este viernes se realizó en el Club un encuentro interno de natación. Es una especie de "exposición" donde los chicos muestran lo que aprendieron. Los más chiquitos, a partir de los 3 años van acompañados, o por sus profesores si se sienten más inseguros o por chicos del plantel que colaboran. Es algo extraordinario lo que se puede disfrutar el ayudar, acompañar a un chico al que conociste y te conoció hace un minuto. Con algunos se dá una química muy especial. Generalmente y desde hace unos años los chicos que nos ayudan son siempre los mismos, por ahí se agrega alguno. A mi especialmente me dá mucha alegría verlos felices por hacer algo que hace unos años alguien hizo con ellos. Me gustaría que todos los nadadores desde los de mejor nivel y mas edad pudieran disfrutar eso, porque es una forma de entenderse, de encontrarse reflejados en los chicos que esperan nerviosos para tirarse, lo mismo que seguramente sintieron ellos, de darse cuenta que ese chico que años atrás estaba pateando con la tablita se sentiría orgulloso de ellos. Creo que es una forma de autoreconocimiento y de fortalecimiento de su persona.
La cosas siempre tienen algo especial. Esta vez vino a colaborar uno de los nadadores que uno no pensaría que iba a venir, no por falta de predisposición, sino porque su personalidad un poco introvertida lo podia complicar al momento de decidirse. La felicidad que sentí al ver la comunicación y el respeto con que trataba a los chicos y no me refiero a ser educado en el trato, sino a respetarle el momento y los tiempos. Después me dijo "Creo que esto es lo más tierno que hice". Me puso muy feliz, porque él empezaba a cerrar un círculo con su vida, y yo también, en el mismo momento que un alumno podía disfrutar de esto.
Gracias a todos los que colaboraron para realizar el encuentro y también para que nos sintamos más realizados como personas.
